sábado, 25 de agosto de 2007

Parte de mí

No, no crean que ya he abandonado el blog. Siempre sucede así, debo de despenderme de un proyecto inicial antes de darle toda la importancia que deseo o bien, presionar para lograrlo y después dejarlo. No, no me he equivocado o delirado. Así me sucede.

En parte, no había posteado por la falta de interés y también de tiempo. Mis recientes vacaciones, el cambio en mí misma, la escuela y problemas personales, ocasionaron que me alejara del blog. Sin embargo necesito ya decir todo lo que me ha sucedido en este tiempo.

He entrado a mi último año en la preparatoria (o secundaria, como también le suelen llamar), así como añadirle un año más a mi edad y debo decir que ha significado un gran cambio para mí, tanto en mi visión como en las cosas cotidianas que suelo hacer. Estoy a seis meses de presentar mi examen para la universidad y a otros cuatro más de iniciar ésta. Me siento tan extraña escribiéndolo, aunque parezca una tontería. Siempre había anhelado el crecer, en hacer lo que me gustaba, ser independiente y triunfar en lo que me propusiera sin importarme nadie. Y ahora que estoy a escasa distancia de lograrlo, quiero regresar el tiempo. Es una emoción distinta, darme cuenta de que ya no soy la niña que esperaba un cambio sin darse cuenta de que no llegaría por sí sólo, que no sólo debía trabajar académicamente sino también en mi interior. Toda mi vida pretendí forjar mi destino y ahora que finalmente tengo las riendas de ello, estoy asustada por no saber qué sucederá después.

A veces estoy tan feliz por encontrarme a poca distancia de mi objetivo y en otras ocasiones, tengo ganas de llorar, porque estoy apunto de abandonar mi adolescencia y debo adoptar otra postura. Mis lágrimas sólo sirven para exteriorizarlo. Sabía perfectamente que el momento llegaría, pero jamás imaginé que fuese tan pronto. Nuevas oportunidades y responsabilidades van a llegar, para ayudarme a madurar y aceptar lo que me sucede, sin embargo hasta hace unos años mi única preocupación eran mis clases de diseño y mis amigas. Cómo sucedió tan rápido sin que me detuviera a percatarme de ello?

Vivía de forma mecánica, esperando que los cambios se presentaran de forma asombrosa, descuidando aquella cotidianeidad que en realidad, marcaba gradualmente mi vida y reforzaba con hechos quién era yo. He realizado tantas cosas por las que debo enorgullecerme y otras tantas por las cuales arrepentirme, pero no puedo volver a atrás. Sólo quiero reparar los daños y tener la suficiente valentía para continuar mi camino, que por ahora es incierto.

Al contrario de lo que se pudiera pensar, por primera vez me encuentro feliz con mi persona en su totalidad, por no sólo quejarme de mi suerte, sino que ahora tuve la iniciativa de hacer algo al respecto y con ello, pude madurar. Sólo que al mirar hacia adelante, tuve que detenerme a pensar, a añorar mis recuerdos y con cierto dolor arrepentirme por haber herido a quien no lo merecía, porque soy lo suficientemente estúpida y orgullosa para no decir algo que he callado durante cuatro años. Los humanos somos así.

Tal vez en mi próxima entrada hable sobre la escritura o de mi grupo favorito, que ahora es desconocido, o sobre mis primeros intentos de fotomanipulación; pero en este momento me siento así y no pretendo ocultarlo. Tal vez mañana vea todo con mayor claridad.

"Perdóname, Nicole".

Escuchando: Platina & part of Me